Page 117 - Trazos y Letras C
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ésta la encontró tan de su gusto, que Ricitos de Oro se quedó
dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la
casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su diario
paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche.
Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era
el padre.
Otro, era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro,
era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy pequeño.
El Oso grande, grito muy fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche!
El Oso mediano, gruñó un poco menos fuerte:
-¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño dijo llorando
con voz suave: se han tomado toda mi leche! Los tres Osos se
miraron unos a otros y no sabían que pensar.
-¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo llorando
con voz suave: se han sentado en mi silla y la han roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron
en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo:
-¡Alguien se ha
acostado en mi cama!
El Oso mediano dijo:
-¡Alguien se ha
acostado en mi cama!
Al mirar
la cama
pequeñita ,
vieron en ella
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